Pasión por crear.

Sin duda el ser humano es particularmente creativo. Y sólo cuando empiezas a trabajar como consecuencia de una idea que llega a ti y no te suelta, es que la pasión inicia. Esta pasión te lleva a investigar más del tema, tanto del tema en sí como de la mejor manera para comunicarlo. Así es la pasión, multidisciplinaria para disfrutar aún más la creación. Por esta y muchas razones más, ser creativo y actuar en consecuencia es dicha para el alma, es privilegio de experimentarse ser humano.

Tener la idea de una obra terminada, trazar un plan, ¡seguirlo!, y así llegar al objetivo imaginado, es un camino bendecido, una experiencia sin igual, una dicha cada acción realizada del plan. Así, el gozo no es el éxito de ver cristalizada una obra, es haberse atrevido a vivir el proceso de creación. ¡Ahí radica oculto el verdadero gozo del creativo! El resultado… es algo que ya se tenía en mente desde el surgimiento de la idea. Pero seguir el plan mediante las diligentes acciones que llevan a la consecución de la obra, es la médula del placer por crear, el origen de la pasión.